Trenque Lauquen: derivados de armas químicas en pleno centro y un intendente preocupado por el mate caliente

Estudios solicitados por el municipio a la Universidad Nacional del Litoral confirmaron residuos de los herbicidas 2,4-D y atrazina en los árboles de la ciudad. Sin embargo, el mandatario local se limitó a comparar a los químicos con la infusión nacional. ¿Cuáles son las alternativas legales para los habitantes?

Por Patricio Eleisegui
@Eleisegui


"Yo digo que en esto de la ecología debemos buscar un punto intermedio: ni poco ni demasiado".

"Tengo un informe de IARC, un organismo francés, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, que califica al 2,4-D según su grado de toxicidad como 2B, que no me acuerdo si es posiblemente 'cancerífico' o probablemente 'cancerífico', porque está el 2A y 2B, y vos fijate que la yerba mate o el mate caliente está en la misma clasificación que el 2,4-D, entonces tenemos que actuar sobre bases concretas.”

“Lamentablemente no existen muchas estadísticas oficiales que nos permitan decir qué es lo que produce el cáncer y qué no. No tenemos estadísticas en Trenque Lauquen..."

"Debemos dejarle a nuestros hijos un mundo lo menos contaminado posible pero tenemos que ser muy cautelosos."

Las frases, pronunciadas durante la primera quincena de julio ante el micrófono del local Canal 12, no pertenecen a un productor agrícola ultra identificado con la producción atada a la utilización masiva de agroquímicos y mucho menos a un ingeniero agrónomo, esto es, el técnico que suele recomendar los productos que hoy se pulverizan -a excepción de la actividad orgánica- sobre todos los cultivos de la Argentina: son obra de Raúl Feito, actual intendente de la ciudad de Trenque Lauquen (35.000 habitantes), al oeste de la provincia de Buenos Aires y distante 450 kilómetros de Capital Federal.

Los dichos del mandatario, en plena carrera para ser reelecto en su municipio, irrumpen a poco de conocerse estudios que, encargados por el distrito a la Universidad Nacional del Litoral, confirman la contaminación por pesticidas en muestras tomadas de distintas especies de árboles situados en varios puntos de la ciudad.

Las pruebas de laboratorio arrojaron la presencia de atrazina hasta en los ejemplares de acacia bola que crecen en las inmediaciones del hospital Municipal de Trenque Lauquen, el cual se levanta a sólo 5 cuadras de la sede donde Feito ejerce como intendente. A poco más de 700 metros del edificio de la Municipalidad, la Universidad Nacional del Litoral detectó plantas de paraíso contaminadas con 2,4-D.

Siempre en la zona céntrica de la ciudad, el monitoreo también ubicó variedades de catalpa con residuos de atrazina, mientras que en ejemplares de plátano, acer, sófora y fresno se constató trazas de 2,4-D en cantidades de mínimas a elevadas.

El expediente del estudio:


Otra toma:



A tono con el discurso de quienes justifican la producción únicamente a base de químicos, Feito -cuestionado por difundir en julio los resultados de un sondeo que le fue entregado en abril- replicó la presencia de los plaguicidas con el argumento que los fabricantes comenzaron a enarbolar cuando en marzo de 2015 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) colocó al glifosato en el rango de probablemente cancerígeno.

En ese momento, la misma Monsanto calificó la decisión de IARC como "sesgada", al tiempo que recordó que la reclasificación del glifosato como sustancia 2A igualaba la peligrosidad del herbicida con la de otros productos como el mate caliente, el aloe vera, el café, los teléfonos celulares y hasta los pickles.

Por supuesto, haciendo a un lado que la categoría 2A coloca al químico en un nivel de riesgo similar al establecido para el PCB de los antiguos transformadores o el virus del papiloma humano (HPV).

Damián Marino es doctor en Ciencias Exactas por la Universidad de La Plata y miembro del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA).

Contactado por este autor para interpretar el estudio inherente a Trenque Lauquen, el experto aconsejó lavar las muestras vegetales ya relevadas y luego procesarlas a fin de conocer con exactitud cuánto de estos químicos se mueven hoy en la atmósfera y en qué proporción son absorbidos por estos organismos vivos.

"El resultado de esa experiencia es clave porque lo que queda sobre la superficie refleja información del aire que se respira. ¿Si los valores registrados son altos o bajos? Bueno, en realidad no debería haber nada. No hay reglamentación para comparar los valores en superficie, aunque sí para lo referente a la calidad del aire", dijo.

Marino también enfatizó la necesidad de "medir los suelos próximos a los árboles para ver si no son vías posibles de incorporación" -esto es, monitorear que no sea la tierra circundante la que contaminó con los herbicidas a las plantas en cuestión-, además de recomendar "el inicio de estudios de calidad de aire".

"Dependiendo de esos estudios se puede definir si los árboles incorporaron los químicos por aire o por suelo, y a partir de ahí se puede trazar cuál es el grado de incidencia de los herbicidas en la salud", aseveró.

Ignorancia a medida

Entre la ignorancia y el asesoramiento torpe, Feito emparentó la peligrosidad del 2,4-D -que el 22 de junio fue declarado por IARC en el status 2B o posiblemente cancerígeno- con la del pesticida que la multinacional estadounidense popularizó bajo la etiqueta Roundup.

La categoría en la que fue incluido el 2,4-D lo exhibe tan nocivo como, por citar casos, el insecticida DDT, el furano -cuyo uso va desde la producción de solventes hasta, también, formulaciones para insecticidas de mortífera toxicidad-, o la combustión de naftas.

¿Qué significa en términos médicos la designación 2B? En concreto, que existe una evidencia aunque limitada de que el producto genera cáncer en los humanos.

Respecto del 2,4-D, IARC destaca: "… el último estudio (sobre los efectos del herbicida en fabricantes y aplicadores) dio indicios de mayor riesgo en las más altas categorías de exposición. Estudios de casos y controles de exposición al 2,4-D en relación con el linfoma y leucemia reportaron resultados mixtos."

“El consenso del grupo de trabajo fue que no hay pruebas suficientes en humanos para la carcinogenicidad del 2,4-D, aunque una minoría importante considera que existen pruebas en forma limitada”, sigue.

Para luego concluir: “La carcinogenicidad del 2,4D ha sido evaluada en múltiples bioensayos con roedores y en un estudio observacional con mascotas caninas. En ratones hembras la inyección subcutánea del éster de 2,4D aumenta la incidencia de sarcoma de células reticulares. En ratas machos el 2,4D en la dieta induce una positiva tendencia en la incidencia de un raro astrocitoma cerebral”.

Los contaminantes
Confirmada la presencia de atrazina y 2,4-D en los árboles de Trenque Lauquen, vale la pena repasar derrotero histórico, características y efectos de productos largamente cuestionados en distintas partes del mundo.

En el libro Envenenados (Wu Wei, 2013), este autor detalló la naturaleza de ambos químicos.

En el caso de la atrazina, se cita
:

El herbicida desembarcó en la Argentina proveniente de Suiza durante la década del 60 para su aplicación sobre cultivos de maíz, caña de azúcar y sorgo.

Su empleo se incrementó, también, con la ampliación que experimentó la frontera agropecuaria a partir del año 2000 y se estima en alrededor de 6 millones la cantidad de litros que hoy se esparcen sobre el campo argentino.

En provincias como Entre Ríos, se ha detectado la aplicación sobre la soja de atrazina en combinación con el glifosato como método para erradicar las malezas que ya desarrollaron resistencias al Roundup.

En el mundo, el químico aparece como uno de los plaguicidas que más ha sido detectado en reservas subterráneas de agua. De ahí que desde 2004 su utilización está prohibida en toda Europa.

Diversos relevamientos concretados en el Viejo Continente comprobaron que la utilización de atrazina afecta la fertilidad de peces, aves y reptiles.

En 2010, el químico fue presa de una controversia internacional producto de un estudio de la universidad estadounidense de Berkeley que comprobó nuevos efectos sobre los anfibios.

La investigación arrojó que cuando los machos de los anfibios –se utilizaron ranas para la muestra– son expuestos a pequeñas cantidades de atrazina, el 75% de ellos queda estéril mientras que un 10% se convierte en hembra.

“En el medio natural, las ranas macho son hermafroditas en su etapa juvenil. En el estudio se comprobó que machos adultos pasaban a ser hembras al entrar en contacto con la atrazina. Ésta, al actuar sobre el sistema endocrino atenúa las hormonas que confieren los caracteres masculinos y, por tanto, permite la expresión reforzada de los valores femeninos. En el trabajo llevado a cabo en laboratorio, los machos auténticos copularon y procrearon con los machos feminizados”, detalla un artículo del diario español El Mundo que divulgó los resultados del estudio en marzo de 2010.

“Aunque el experimento se ha llevado a cabo en laboratorio, otros estudios de campo muestran que la atrazina es un disruptor endocrino tan potente que está afectando a las ranas en el medio salvaje y puede posiblemente ser la causa de la disminución de anfibios en todo el mundo”, agrega, en otro apartado.


En cuanto al 2,4-D, otro apartado de Envenenados:


El producto en cuestión debe su aparición a investigaciones realizadas en 1940, en Gran Bretaña, por los científicos de la Imperial Chemical Industries (ICI).

En sus instalaciones, y tras sucesivos estudios, los científicos dieron con las propiedades herbicidas de ciertas hormonas que, producidas sintéticamente, podían regular el crecimiento de las plantas. Acto seguido, desarrollaron la molécula química del MCPA (Metal-Cloro-Fenosa-Acético).

Durante la Segunda Guerra Mundial, los británicos tuvieron como plan rociar con MCPA los cultivos alemanes de papas y remolacha azucarera para, de esa forma, neutralizar dos variables vitales en la contienda: la disponibilidad de alimentos y combustibles, dado que los cultivos en cuestión también eran utilizados como base para el desarrollo de la energía que impulsó las bombas voladoras V1, V2 y V9 que Adolf Hitler disparó una y otra vez hacia Londres.

Pero los nazis se anticiparon al plan británico. Y bombardearon las instalaciones del ICI matando a miles de científicos. Dada la relevancia de las investigaciones, los especialistas que sobrevivieron fueron trasladados a Canadá y, principalmente, Estados Unidos.

Fueron, precisamente, los estadounidenses quienes completaron el círculo de desarrollo del 2,4-D. Primero, alterando la fórmula inicial del compuesto cambiando moléculas y, luego, adicionando átomos para alcanzar un desarrollo superior: el 2,4,5-T, un herbicida capaz de matar árboles de gran porte.

Entre 1944 y 1945, de acuerdo a información de las fuerzas armadas estadounidenses, el ejército de ese país evaluó los efectos herbicidas de más de 1.000 compuestos diferentes. Integraron esa nómina el 2,4-D y el 2,4,5-T.

El 2,4-D estuvo muy cerca de entrar en combate en mayo de 1945. Con la lucha entre Estados Unidos y Japón por el control del océano Pacífico en el cenit, los norteamericanos enviaron a las islas Marianas dos cargueros repletos de herbicidas. El 2,4,5-T también fue de la partida.

El objetivo: destruir los cultivos nipones de arroz.

Un trabajo de Sebastião Pinheiro, investigador de la brasileña Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS), detalla que al poco tiempo de suspendida la aplicación de los químicos sobre Japón, la estadounidense Dow, la británica ICI y un grupo de empresas menores de ambos países lanzaron el herbicida 2,4-D para su uso en campos sembrados con trigo, maíz, cebada, centeno y sorgo.

Pero la presencia del producto en contiendas bélicas no se agota en la Segunda Guerra Mundial. Así, la combinación de 2,4-D y 2,4,5-T reaparece a mediados de la década del 60, durante la guerra de Vietnam, dando origen a un arma química cuyos efectos negativos se perciben hasta hoy en ese país del sudeste asiático: el Agente Naranja.

Mediante el sistema de fumigaciones aéreas, y a lo largo de años, el ejército de los Estados Unidos roció con el Agente Naranja miles de hectáreas de selva en búsqueda de neutralizar tanto los escondites de la guerrilla comunista Vietcong como los cultivos de arroz con los que se alimentaba este grupo.

Fernando Bejarano, en una investigación publicada en 2007 por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RA-PAL), asegura que “en el período de 1962 a 1970, unos 80 millones de litros de herbicidas, de los cuales 43 millones fueron del Agente Naranja, fueron rociados durante nueve años por el ejército norteamericano sobre la selva sur de Vietnam, constituyendo la mayor campaña de guerra química nunca antes empleada en la historia.”

“Millones de vietnamitas así como miles de pilotos, soldados y marinos de las tropas estadounidenses entraron en contacto con la mezcla de herbicidas y han sufrido sus consecuencias. Diversos tipos de cáncer, entre ellos leucemia y linfoma no-Hodgkin, así como malformaciones, problemas severos de la piel -como cloracné-, desórdenes metabólicos y cardiovasculares han sido atribuidos a la exposición por dioxinas”, agrega.

Las consecuencias tóxicas del uso de 2,4-D y 2,4,5-T dieron lugar a distintos litigios judiciales en años posteriores a la guerra de Vietnam:

• En 1979, 15.000 veteranos de guerra estadounidenses demandaron a las empresas productoras del Agente Naranja. Dow, Monsanto, Diamond Shamrock, Uniroyal y Hércules, las denunciadas.

• En 2004, la Asociación Vietnamita de Víctimas del Agente Naranja demandó por crímenes de guerra ante una Corte Federal de los Estados Unidos a las 37 corporaciones químicas que fabricaron y distribuyeron el compuesto durante los años de contienda. Otra vez, Dow y Monsanto aparecieron entre las acusadas.

En 2006, una Corte de Corea del Sur sentenció a Dow y Monsanto a compensar a 6.800 coreanos afectados por el Agente Naranja durante la guerra de Vietnam.

Durante la década del 80, las químicas retiraron al 2,4,5-T del mercado pero siguen adelante con la comercialización del 2,4-D.


Responsabilidad legal del municipio
Ahora bien, conocidos los resultados científicos y expuesta la argumentación del Intendente ¿qué responsabilidad le cabe al municipio por divulgar de forma tardía los resultados de un sondeo clave para la seguridad sanitaria de la población de Trenque Lauquen?

El distrito cuenta con la ordenanza 3965/2013 que establece distancias de fumigación, regula la venta y el acopio de agroquímicos, al tiempo que obliga a llevar estadísticas respecto del impacto del uso de pesticidas en la salud de los habitantes.

Sin embargo, dicho marco nunca fue reglamentado por Raúl Feito. ¿Cuál es la implicancia legal de esa inacción?
En paralelo, ¿qué acción legal se encuentra al alcance de los vecinos de la ciudad ante este escenario? La Municipalidad de Trenque Lauquen ¿puede ser llevada a juicio? ¿Cuál es la responsabilidad de Feito dado su cargo?

Para agotar estos interrogantes quien aquí escribe charló con Fernando Cabaleiro, abogado y titular de Naturaleza de Derecho, además de integrante de la Red de Abogados de Pueblos Fumigados.

Con relación a la demora ejercida por el municipio a la hora de notificar las conclusiones del documento de la Universidad Nacional del Litoral, el entrevistado sostuvo que “es una omisión muy grave dado que el deber de los funcionarios públicos es informar a la sociedad civil apenas se toma conocimiento de los datos para avanzar con medidas preventivas”.

Al mismo tiempo, para Cabaleiro la no reglamentación de la ordenanza 3965/2013 “es una clara inconstitucionalidad por omisión que habilita el reclamo jurisdiccional”.

Según el letrado, la Municipalidad puede ser objeto de acciones legales en tanto “tiene legitimación pasiva en el tema por tratarse tanto de la salubridad pública como de un problema ambiental dentro del ámbito municipal”.

En cuanto a las alternativas para los habitantes de Trenque Lauquen, Cabaleiro explicó que “se puede recurrir a la Justicia a fin de exhortar al municipio a que reglamente la ordenanza. Ya hay un antecedente. También se puede pedir medidas protectorias invocando el principio de precaución siendo el informe de la Universidad Nacional del Litoral un elemento de prueba contundente”.

¿Qué sucede con el rol del intendente Raúl Feito? “Claramente está infringiendo sus deberes de funcionario público”, destacó el abogado.

“La salud pública es un tema de Estado porque si encuentran 2,4-D o atrazina es un árbol, eso significa que está en el aire que respiran los vecinos. Y están probados los posibles efectos cancerígenos del 2,4-D, lo mismo que los efectos nocivos de la atrazina. De la misma manera que se deposita en los árboles lo hace en los humanos. Con ese informe (de la Universidad Nacional del Litoral) hay elementos suficientes para que el Estado municipal o provincial adopte medidas urgentes”, aseguró.

El director expulsado

La posición de Feito respecto de los agroquímicos se conoce a poco de un incidente que, ocurrido a principios de junio de este año, involucró tanto a este autor como a Héctor Boffi, por entonces director del hospital Municipal de Trenque Lauquen.

En un intercambio casi fortuito con el especialista en salud vía Skype, Boffi aseguró a quien aquí escribe que, según el departamento de estadísticas del centro de salud, en los últimos cinco años estallaron los indicadores de cáncer, abortos y malformaciones en dicho partido.

De acuerdo al directivo, el 40 por ciento de los primeros embarazos que ocurren en Trenque Lauquen termina en aborto espontáneo. Asimismo, en cinco años, las malformaciones pasaron de 2 en 700 nacimientos anuales a promediar 7.

Otro dato aportado por Boffi: en la franja etaria que va de los 11 a los 40 años, el cáncer ya es la primera causa de muerte en ese partido. En el diálogo el médico destacó que "los agrotóxicos no son inocuos" al tiempo que desafió: "Quienes hablan de otras causas, que demuestren que no es por eso".

Si bien periodistas locales sostuvieron ante este autor que, con anterioridad a la charla por Skype, el mismo directivo anticipó parte de estos datos fuera de los micrófonos para, luego, negarlos ante la posibilidad del escándalo público, lo cierto es que Boffi no volvió a desdecirse.

Tampoco tuvo demasiado tiempo para hacerlo: menos de 24 horas después de divulgadas las estadísticas por este autor en distintas redes sociales, y en pleno conflicto laboral con sus pares en el nosocomio municipal, Héctor Boffi fue desplazado de su cargo por el intendente de Trenque Lauquen.





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Comentarios

Anónimo dijo…
http://hcdtrenquelauquen.com/ordenanza/27222006-crea-el-registro-unico-de-enfermedades-neoplasticas-reunen-del-distrito-de-t-lauquen/
Saludos

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